1.10.09

Arte Culinario

Gracias a Carito!!

Tradicionalmente el postre se ingiere luego de la comida, pero hay excepciones.
Era un medio día caluroso en la ciudad y estábamos despojados de casi todas nuestras ropas, porque su roce sobre nuestras pieles incomodaba y demoraba cualquier intento de un encuentro salvaje, y la practicidad nos identificó desde ese primer beso en el ascensor subiendo a tu departamento en el séptimo piso. Seis pisos demoré en romperte la boca, el sexto nivel antes del ingreso al cielo, o al averno, fue testigo de que ése sería un fin de semana de ritmo agitado. De un desborde de orgasmos incomparable, y por supuesto, inolvidable.
Pero acá me remito a inmortalizar ése medio día.
Ya habíamos explorados nuestros cuerpos la noche anterior. De alguna manera sabías lo que me ponía al límite, lo que me desquiciaba, lo que me dejaba a tu merced, manejable, entregada al placer de tus caprichos carnales, ¡y vaya que tenías caprichos!
Yo te observaba ahí, en la cocina, al mando del arte culinario, porque no me permitías hacer nada, no podía participar, sólo debía limitarme a observarte, y yo te miraba.
Con tus bermudas playeras color azul y tu remera blanca, tenías el traje de chef más sexy que se puede pretender. El calor del horno te incomodaba y podía observar las gotas de sudor recorriendo tu carita, entre tanto me pedías que acomode las cosas sobre la mesa no sin antes poner individuales para no arruinar nada, y yo que al observarte no podía dilucidar entre un vaso y un tenedor, porque solo pensaba en como te incrustarías vos en mi.
Mi vestidito marrón, cortito, holgado, lo suficientemente amplio como para sentir la brisa en mi cuerpo, estaba ansioso por separarse de mí. Yo te miraba, no dejaba de verte… me seducía como te manejabas en la cocina, me seducía verte gigante, imponente, sencillo, transpirado, cálido, fuerte, accesible.
De la cocina a tu habitación había una distancia de un vestido, una tanga, dos besos y una caricia. El atajo más interesante era mi mano entre tus piernas, y ahí fuimos, escapando del calor del horno para abrigarnos en la calentura que teníamos encima.
No dudaste nada en tirarme en tu cama, levantarme el vestido, quitarte las bermudas, el boxer, y penetrarme sin mesura. A esta altura ya conocías lo que más me excitaba, y no dudaste en besar mi entrepierna, en recorrer mi sexo con tu lengua, en degustar cada uno de los pliegues de mi vagina húmeda e impaciente.
Cada uno de mis poros se abrió para recibir tu sudor, tu aroma, tu elíxir. Cada parte de mi piel se desnudó para invadirse de la tuya, y vos, con tu sexo erecto y latente, rígido y ansioso, ingresaste en mí nuevamente para no dejar dudas de que eras el mejor anfitrión.
El calor era intenso, y los gemidos estridentes. Te morías por ver mi boca hinchada de placer, mis dientes apretando mi labio inferior, la gota de sudor que recorría mi cuello mientras me tenías de espalda y me sujetabas del pelo. Así que me giraste, y sin ningún tipo de reparo penetraste mi cola, que a estas alturas, estaba más abierta que todos los poros de mi piel juntos. La abrí cómodamente dándote la bienvenida, y apreté mis muslos con toda la fuerza cuando te tuve dentro mío, y en ese juego de presión, de ir y venir, de llegar y de no, de labios rojos estallando de placer, no tuviste piedad y te estrellaste en mí con toda tu fuerza, llegando a lo más profundo de mi anatomía, penetrándome completa, sin dejar un centímetro tuyo al descubierto. Todo tu sexo dentro de mi cuerpecito acalorado. Te apretaste contra mí tomándome de las caderas y llevándome hasta vos, inseparables, fusionados, fundidos en el sexo fuerte y sin contemplaciones.
Yo tenía la frutilla del postre y vos la crema.
Yo estaba estallando de placer en una seguidilla de orgasmos, de desesperación, de dolor intenso, de ardor, de sufrimiento placentero de ése que sólo vos sabés darme, y de ése que tanto pero tanto te calienta. Te gusta llevarme al extremo. Una mezcla de dolor placentero se adueñó de mi ser para abstraerme a ése momento culminante en donde alcancé el estado inigualable de elevación suprema. Era lujuria, desenfreno, frenesí, era una mujer en el estado más animal que pueda existir. Era tu esclava teniendo el orgasmo anal  más sublime que se puede experimentar.

Las milanesas, a esta altura, estaban hechas cartón. Pero ya no era necesario el almuerzo, porque el postre, había sido más que saciador.


9.1.09

Feliz 2009!!

Amigos:
Antes que nada queremos desearles muchas felicidades a todos y agradecerles los comentarios y mails que nos hacen llegar.
Les contamos que nos hemos tomado un pequeño receso bloguistico pero pronto volveremos con historias frescas. Historias de verano, de garches de una noche, de locuras, de playa, arena cemento y mar!

Las chicas de Probé y Me Gustó les deseamos un año lleno de amor, paz y sexo! mucho sexooooo!

23.9.08

2º Acto……hoy…..tiempo después……completa conexión

Casi por casualidad, o mas por necesidad, el destino caprichoso notó q las cosas a medias, son como nunca llegar al orgasmo…….y esto último amigas y amigos, es la mejor sensación que se puede alcanzar.
Al principio el encuentro fue cibernético, un “cómo estás?” “que bueno q estás trabajando de eso!” y “ah! Como me alegro!!”………pero la cosa no podía esperar, como fiera enjaulada, eso q antes no nos permitimos sacar, había estado juntando calor, deseo y atracción, durante años, casi como el sexo tántrico, esperando estallar entre los dos, y con nadie más.
La palabra escrita, pasó de los saludos formales a tener q verse, con excusas tontas, q nadie se las cree, un “para recordar viejos tiempos y cómo nos reíamos!” frase q esconde totalmente un “te quiero re coger de parado y hacerte gritar hasta que te quedes sin cuerdas vocales”, pero como a todos nos gusta la franela….y q nos mientan, nos encontramos a recordar anécdotas del trabajo.
No fueron ni 5 segundos los q duró la boludez esa, nuestras miradas eran como filos, q deseaban tomar nuestros labios, nuestros cuerpos chocaban, se atraían como polos opuestos, la temperatura subía……y no quedó más que besarse desenfrenadamente, casi coger con nuestras lenguas y labios, sin poder despegarse y sintiendo como todo el cuerpo pedía más, mas del otro, más, más! Quiero más!
Lo siguiente fue separarse, pero no para perderse, sino para iniciar esos preámbulos de pre juego verbal, en el que el pensamiento y las imágenes vuelan y q a veces, con la palabra justa, son capaces de llevarte al clímax y a mojarte toda.
Y así fueron los sms q relataban deseos de una lengua en mi clítoris, o esta repasando todo mi cuerpo transpirado por el deseo de penetración……de unas manos repasando mis senos, de mi sexo para hacerme acabar como nunca.
La cosa siguió con el Chat erótico, y mucho mejor, en la oficina, como esa sensación en que podés ser atrapado teniendo sexo, q te sube la adrenalina al máximo y te calienta aún más! Fueron cosas como “me encantaría tocarte así de mojada como estás” o “no creas q no voy a darte sexo oral con mi lengua y sentirte acabar en mi boca” “quiero disfrutarte despacio, como si fuera una 1º vez, pero a la vez quiero cogerte tan rápido……”
Y yo no lo podía creer, estaba tan excitada, tan caliente, que hasta ahora mismo me estoy mojando……
La calentura había llegado a proporciones extremas, nos juntamos, pero como dos adolescentes nos miramos y preferimos esperar…………y estando en su casa, llena de gente, solo pudimos mirarnos y desearnos, pero la piel no tiene freno y nuestras bocas nos hicieron subir la temperatura y como una montaña rusa, q sube directo sin escalas a la cima, nos empezamos a tocar, sus manos en mi cuerpo eran como la de un músico con su guitarra, tocando notas perfectas, armonizando entre mis pechos sus dedos y su lengua, haciéndome desear y mojar cada vez más…..en un arranque de urgencia por tenerme, me dio vuelta, me tuvo contra su sexo, y besándome el cuello, sus manos bajaron hasta mi entrepierna y con perfecto conocimiento, como si siempre sus dedos hubiesen tocado mi clítoris, me hizo llegar en un orgasmo mudo pero espectacular…..esta vez no pude gritar, pero quise, y solo me lo guardé, para hacerlo pronto y más fuerte.
Su sexo era tan grande y lo sentí tan cerca, q solo deseaba llevarlo a mi boca y dejarlo acabar en ella, para completar esta melodía q habíamos empezado. No pudo ser, el lugar y tiempo no eran los mejores, pero nos dejó preparados para lo mejor.
Nos encontramos días después, nerviosos, excitados, húmedos, habladores y callados. Entramos a un hotel……muy tímidos nos acomodamos, mientras elegíamos la música nos besamos y de repente estábamos parados, él me presionaba fuerte contra la pared, sentía su pene contra mí, sus manos eran imposibles de detener, su lengua recorría mi boca y m e excitaba tanto q no quedó mas q desnudarnos, mientras besaba y chupaba mi pecho, su mano de nuevo buscaba mi clítoris, me estaba haciendo llegar como nunca! Era indescriptible la sensación, los gritos eran auténticos y solo quería q me penetrara e hiciera de mí lo q más quisiera, cumpliendo todas sus fantasías. Pasamos a la cama, su lengua recorría mi cuerpo, bajó, y el piercing en su lengua no tardó en hacerse notar, fue el mejor sexo oral de mi vida, mi cuerpo temblaba por los contínuos orgasmos, lo hice subir, tome su pene entre mis manos y luego lo entré a chupar como si fuera caramelo, era puro sexo y transpiración, movimientos perfectos y frenéticos, terminamos haciéndolo de mil maneras, fue coger, garchar y hacer el amor, no podíamos parar…….y todavía no hemos terminado……..

1º acto….hace mucho tiempo y tatuajes atrás……..

Éramos pendejos, con algo de experiencia cada uno, y mucho por descubrir entre ambos.

Las miradas en la oficina eran iniciadoras de lo que podía ser, de todo lo que nos iba a pasar juntos, los encuentros en la máquina de café, las veces sentados lado a lado en la cafetería, rozándonos las manos, haciendo que hasta el último cabello se pusiera a temblar.

La situación no dio para más, una noche, como un ángel lleno de sexualidad, lo dejé entrar en mi departamento……y dentro mío.

Los besos eran feroces, comía de mi boca y yo de la de él, el movimiento de nuestros cuerpos era pura sincronía……y sus palabras, eran música para mí.

Como si fuera una pantera en celo, al momento de acabar, quise gritar, pero lo ahogué, nadie sabe porqué.

Cuando todo terminó, terminó para no volver a estar juntos nunca más, la conexión encontrada en nuestras palabras y miradas, no logró llegar a nuestra cama, el capítulo se cerró…

pero el libro, recién comienza a escribirse…….

14.9.08

PREGUNTA 2


Te venís cogiendo a "A", regularmente.

"A", sin llegar a ser una relación formal, es la persona con la que estás, con exclusividad, hace algunos meses.

Te cogés a B y no acabás.

Es una "infidelidad"?????????????

Pregunta de madrugada de sábado.

María Emilia busca respuestas...

28.8.08

PREGUNTA

Respecto del relato que sigue abajo, INSPIRAME FREUD, tanto para Warlock, que dice que fue como espiarlo por la ventana de enfrente, como para otros que puedan haber experimentado eso: los personajes que ven a través de esa ventana, quiénes son? Ustedes mismos, como protagonistas del relato? Alguien cualquiera al que no pueden identificar? Acaso me conocen? O qué???????!!!!!!!!!
Es una cuestión que me intriga muuuuucho!!!!!

Y si, seguimos felices por el comentario en Crítica Digital.
Beso

26.8.08

Nota al pie

Recién ayer nos dimos cuenta de que Lanata, en su Crítica Digital recomendó nuestro Blog!!
Un aplauso para todos y un cariño enorme a Mr. Em, LGF, Vudú y Porteñita!!

Probé y me gustó
http://probeygusto.blogspot.com/

Bellota, La Coca y María Emilia administran esta bitácora con ingreso advertido. Cuentan sus experiencias con muchachos, con otras chicas, con muchachos y otras chicas. No sabemos si son sus experiencias: son relatos, acaso experimentales. Hay una invitación a enviar más textos. El acopio de relatos se agranda. Se conoce gente y surgen preguntas, claro. Por ejemplo: ¿crea adicción el vibrador? Y sobrevienen las respuestas, aunque a veces en forma de instrucciones: usar el mango del cepillo de dientes eléctrico. Y surgen más preguntas, en el lector, claro: ¿con o sin dentífrico?

6.8.08

Oh L'amour...

Esta historia la envía la Reina Mab por mail, y dice así:

He leído por ahí que una vela que arde con el doble de intensidad dura la mitad del tiempo.

Fue un mes, casi dos, de vivir fuera de mi cuerpo, totalmente extasiada. Él, un sex appeal que se le escurría a cada paso. Ni bien le clavé los ojos lo escudriñé y me pregunté que se sentiría tener esos dedos cargados de anillos metidos en mi boca suplicante.Es fotógrafo, y como si su cuerpo tallado y su cara de fetichista no hubieran sido suficiente, encima es francés. Pensé que sólo iba a acostarme con él una vez.De lo imprevisible surgió una sincronía espectacular, fluída, suave, empapada, tibia.Quizá fuera su vasta experiencia en el arte del sexo, o quizá fuera esa atracción que despertaba en mí un costado demencial. Lo cierto es que una noche siguió a la otra, y pasó una semana del mejor sexo de mi vida, y él insistía en que me quedara en su casa.Cogíamos en la bañera, sobre la mesada, en el balcón que daba sobre el río, en el piso helado, en su maldita cama que me arde en la memoria...Era arrancarnos la piel a la noche, horas de reloj festejándonos lo sentidos, dormirnos tan apretados que no se distinguían los cuerpos; despertar a la madrugada y volver a coger, y a la mañana despertarme con las caricias más deliciosas que una mortal pueda disfrutar.Al final de la semana me dijo que me mudara con él.Y yo, niña deslubrada ante su acento francés y su destreza amatoria, no lo dudé un segundo; dejando el depto que compartía en Bastille para ir a su mundo en el XIXéme.

He pasado literalmente días sin comer, durmiendo de a ratos, con el alma enroscada en la punta de los dedos, respirando agitadamente por momentos, suspirando apenas a veces; loca loca embriagada en su néctar, con los ojos dilatados de placer, con la piel fastidiada de caricias.

París fue sexo en su estado más elevado.Stéphane, mi amante predilecto, me llama a veces desde allá y me ronronea al teléfono las cosas que haríamos si once mil kilómetros no estuvieran en el medio.

1.8.08

Cosas que extraño de la oficina

Esta historia la recibimos por mail:

Hacía tiempo pensaba en M, mi compañera de trabajo, pero nunca se daba la oportunidad de invitarla a salir. Un día a la salida del laburo me la crucé en un kiosco. La invité a hacer algo pero no podía. Le dije que estaría mejor que no desperdiciáramos la noche, caminamos unas cuadras pensando donde cenar pero ningún lugar nos parecía el indicado, cuando estábamos frente a un super por una cuestión de química nos miramos y dijimos porque no comer en casa, compramos unos vinos, algo de carne, y champiñones?En su depto ella no dejo que me acercara a la cocina, sentate y mirá, hoy cocino yo dijo. La comida estuvo riquísima y la primera botella voló, ella trajo la otra y nos sentamos en su sillón a conversar. Noté que su perfume era exquisito y muy excitante, que sus labios eran super carnosos. Nuestros rostros estaban cada vez mas cerca y ella retiraba su cabeza hacia atrás cada vez que se reía lo cual me dejaba ver sus redondos y jugosos pechos. La tomé de la mano y acariciando su cabeza, acerque mis labios a los suyos, eran tan carnosos y suaves como había imaginado, recorrí toda su boca con mi legua, sentía su aliento cálido lleno de deseo. Estuvimos besándonos y acariciándonos por un rato, nuestra calentura era terrible, estábamos totalmente excitados así que nos fuimos al dormitorio.
Estábamos parados frente a la cama besándonos, yo no quería tomar la iniciativa de desvestirla, deseaba que ella comenzara, y así fue. Empezó a quitarse la ropa y totalmente desnuda camino como gata sobre la cama y al llegar al respaldo se dio vuelta y quedo con su espalda afirmado en el, sus piernas abiertas dejaban ver su conchita perfectamente depilada, me quite la ropa, tome una silla y me senté frente a la cama mirándola, le pedí que se acariciara el cuerpo, me parecía tan excitante sus movimientos que comencé a masturbarme. Ella miraba mis manos como acariciaban mi pene y yo sus dedos acariciando su clítoris. Sentía su deseo, así que me fui directamente a su vagina. Mi lengua recorría cada parte, sus manos acariciaban mi cabeza y a su vez me guiaban hasta su clítoris, note el sabor en mi boca de sus fluidos que empezaban a surgir, estaba gozando locamente, me di vuelta y se sentó sobre mi cara, sus manos recorrían mi vientre buscando mi pija, con sus dedos buscaban mi fluido y lo esparcían por mi glande, se arqueo y sus labios besaron mi pene, su boca tragaba toda mi verga, la chupaba hermosamente, masajeandome los huevos acariciando su rostro con ella. Era increíble, se levanto y se puso de rodillas frente a mi pija y allí comenzó el espectáculo, la chupaba como si nunca mas en la vida lo volvería a hacer, la tragaba a toda, sentía mi verga en su garganta, la tomaba con las dos manos, la llenaba de saliva mientras deslizaba suavemente sus manos, me excitaba su mirada, miraba mis ojos como mostrándome que le encantaba mi falo. Se puso se rodillas sobre mi pija con una mano la agarraba subiendo y bajando deslizandoce por la saliva, y con la otra acariciaba su clítoris, acercaba su concha para que mi pija tocara su vagina, hasta que entraba la cabeza de mi pene y volvía a retirarla. Yo estaba loco, ella seguía masturbándome y acariciando su clítoris, y volvía a hacerlo, cada vez entraba un poco mas, hasta que lentamente fue bajando hasta quedar con toda mi pija dentro, subía y bajaba sin dejar de acariciar su clítoris y sus pechos, era una visión alucinante, sus gemidos de dientes apretados aturdían la habitación, llenos de deseo. Cambiamos varias veces de posición, cuando estaba sobre ella, me encantaba sentir su mano acariciándome la verga mientras entraba y salía, buscaba sentir con sus manos el flujo de su cuerpo bañando mi verga, sus gemidos no cesaban. Tomó con las manos mis glúteos y me presionó contra su cuerpo que al cabo de unos minutos sentí los temblores de su orgasmo, sentía sus uñas clavadas en mi. No pares que es hermoso, me dijo. Yo no deseaba parar ni un momento, saqué mi pija y me fui directamente a su vagina para chuparla nuevamente. Su excitación era cada vez mayor, decidí que era el momento de lamer su culo, mi lengua giraba en su ano llenándolo de saliva, empujando para que se dilatara, volvía a su clítoris y de vuelta a su culo, escuchaba su voz diciéndome que no parara cada vez que lamía su culo, introduje mi dedo en su vagina y cuando estaba lleno de jugo lo lleve hasta su ano y suavemente entró. Mi lengua golpeaba su clítoris y mis dedos entraban y salían de su culo, sentía como sus gemidos iban en aumento, me acerque a su oído y le dije suavemente que deseaba cojerla por el orto. Parecía que mis palabras mas la excitaban y la hacían gemir cada vez mas, "haceme la cola" me dijo con la voz entrecortada. Me puse de costado, mis dedos seguían en su culo y mientras le decía que deseaba su cola toda para mi, sentí sus voz diciendo, damela toda, quiero sentirlo. Saqué mis dedos y apoye mi verga en su ano. Lentamente entro toda, sus manos en mis glúteos me presionaban para que no dejara de moverme, sentía como su ano apretaba suavemente mi verga, quería cojerla a cuatro, así que la levante y le seguí dando, creo que estábamos en otra dimensión. Sacaba mi verga de su culo para ver como se cerraba lentamente, lo hacia una y otra vez.
Ella se paró y se coloco con su cuello apoyado en el piso y la espalda sobre la cama, en esa posición ella podía verme cogiendo su cola, podía escuchar sus gritos de placer, sacaba y volvía a meter mi verga en su ano, apoyaba mis manos en sus cachetes, puedo decirles que se va agrandando cada vez mas, eso me volvía loco, y parece que a ella también ya que gritaba como una loca de placer, mis deseos de acabar llegaron, ya no aguantaba mas, le pedí que me la chupara hasta acabar, nuevamente lamía mi verga. Se alejo un poco y me dijo acaba, quiero verte acabar. Comencé a masturbarme y ella con su boca frente a mi verga recibió mi primer chorro de leche; buscó cada chorro para que cayera dentro de su boca, la chupo hasta vaciarla, y siguió masturbándome y chupándola, era increíble ver su rostro de satisfacción chupando mi pija, lamiéndome los huevos, jugando con su lengua mientras su mirada picara buscaba la mía anunciando el comienzo del segundo round, esta vez en el sillón, con sus piernas abiertas, sus pechos apoyados en el respaldo y ella gimiendo en mi oido su " asi, asi" que cada vez que recuerdo es suficiente para calentarme...
Cuando acabamos, nos reimos, cruzamos unas palabras y nos despedimos hasta el dia siguiente en la oficina.

24.7.08

Personal Trainer parte II

Sigue, sigue!! aca va la segunda parte de la historia que nos mandó D:

Luego de que me besaste, dejé que te arreglaras y vistieras mientras yo fui a buscar en mi bolso algo de ropa para ponerme, hasta que se seque un poco el jogging que quedo mojado luego de nuestro encuentro. En eso te aparecés en el pasillo, radiante, hermosa, envuelta en una salida de cama, con tu largo pelo negro hecho un rodete que permitía observar las delicadas líneas de tu cuello. Me preguntas que era lo que tenia preparado, entonces me alejo, voy al equipo y hago sonar la canción que ya la tenia en pausa, me acerco a vos, primero acomodo un mechón que se escapo del rodete, y te tomo la cintura mientras empieza a sonar la canción y tratando de ser lo menos perro cantando empiezo a cantártela mirándote a los ojos...
Bendito el lugar.. Y el motivo de estar ahí… Bendita la coincidencia … Bendito el reloj... Bendita tu luz (Mana)
Me tomas de la mano y me llevas con vos, yo te sigo sin oponer resistencia alguna y al ver que nos acercamos a la puerta de tu habitación, por mi cuerpo empezaron a recorrer los primeros síntomas de excitación Ya sentía como mi pija estaba empezando a tomar fuerza, mi mirada empezó a recorrer tu cuerpo tras esa bata que dejaba percibir el contorno de tu cuerpo y lo redondito de tu culito.
Llegando a la puerta me das un suave beso en los labios, me das varios más, vas bajando por mi cuello. Yo ya estaba con la pija dura al punto de apretarme el pantalón, entonces trato de aflojármelo, pero vos le das un chirlo a la mano, sacandomela de ahí. Recorres el bulto que se genero, desabrochas el pantalón y con esa mano bajas el cierre metiéndola dentro del slip, agarrandome la pija, acariciándola con tus dedos y recorriendo la cabeza con tu pulgar. Tu rostro emite una sonrisa picara, entonces me la soltas y con tus manos vas agarrando la cintura del pantalón y me lo vas bajando junto con el slip. Me masajeas la pija, recorriéndola con tus dedos, agarrandome también las bolas, me masajeas como si me estuvieras masturbando. Yo por un lado te veo como estas ahí, arrodillada, jugando conmigo y de a ratos cierro mis ojos para poder sentir y disfrutar del contacto de cada uno de esos dedos.
Seguís bajando el pantalón, me agarras de la cintura y con el pantalón aún en los tobillos me tirás sobre tu cama. Ahí estas vos, con esos hermosos ojos marrones observando como esta mi pija de parada, como si fuera un tótem esperando que le rindan honores. Te acercas a él y nuevamente me lo masajeas con tus dedos, lo acaricias, cierro mis ojos para disfrutar, y entonces siento como algo húmedo la recorre a lo largo. La abrazas con tus labios, veo como tu boca se llena de ella, siento una y otra vez sus labios la recorren llevándome a un mundo de placer.
Me siento, queriendo hacerte parar para poder yo sacarte la bata y contemplar nuevamente tu cuerpo, pero otra vez me das un chirlo en la mano y me decís que ahí mandás vos. Entonces quedo entregado a tus manos, a tus deseos, a tus fantasías. Aún con la bata puesta, me haces correr más adentro de la cama, despejas tus piernas y arrodillándote sobre ella, pero encima mío, me sacas la remera, entonces primero te vas moviendo sentada sobre mi pija, hacia delante y atrás, una y otra vez, con tus manos apoyadas sobre las mías para que no pueda hacer nada. La bata se abrió y ví que tenias un conjunto negro con un sostén corto que por el movimiento permitía ver asomarse uno de tus duros pezones. Te reclinaste hacia atrás apoyando tus manos al lado de mis rodillas de manera que la bata se deslizaba sobre ellos. Pero no te quedabas quieta y me seguías franeleando la pija con tu bombacha. Yo no daba más quería sentir la humedad de tu concha, el calor que habría dentro tuyo, mis manos al estar libres fueron subiendo, recorriendo tu cuerpo hasta llegar al sostén. Lo bajo dejando asomar tus hermosas tetas, redonditas, del tamaño justo, dejando entre los dedos tus pezones, te las masajeo, te las aprieto, al sentir que estoy con tus tetas, me miras como rabiosa entonces te moves más fuerte castigando a mi pija por mi desobediencia. Pero no me importa. Cuando te das cuenta yo estoy sentado besando y mordiendo, con mis manos primero te acaricio la espalda y te desabrocho el corpiño y te las masajeo, las voy acariciando suavemente, con las yemas de mis dedos siento la suavidad de tu piel, las tengo enfrente mío y no puedo dejar de besarlas, de pasar mi lengua por cada poro de tu piel, de jugar con tu pezón, de atraparlo con mis labios y chupar de ellos, pero volves a tomar el control apoyando tus manos sobre mi pecho y me tiras de nuevo en la cama.
Ahí estás sentada encima mío, casi desnuda, salvo por la tanga negra, recorro mis manos por tus muslos subiendo por ellos hasta llegar a la tira de la tanga que por suerte se corto al primer tirón, hice fuerza sobre el colchón y te la saque pudiendo sentir nuevamente la suavidad de tu conchita húmeda y calentita, haciendo este contacto que mi pija se empecine en quedar erguida, con algunos movimientos sentía con la cabeza de la pija la humedad de tus labios, entonces te levantaste un poco y con una de tus manos la agarraste y te la acomodaste para que se metiera dentro tuyo. Como si hubieras sido poseída, te sacaste el broche del pelo. Ante tanto estimulo, mi pija reclama atención, haciéndose notar, entonces te empezas a mover lentamente primero, una y otra vez, mi pija se mete dentro tuyo, sintiendo, asimilando todo ese calor, esa humedad, toda esa energía, te moves un poco más rápida, golpeando con tu concha sobre mi cuerpo, siento la fricción de tu cuerpo sobre mis piernas y te empezás a mover con más velocidad y con más violencia, siento como mi pija fuera a explotar dentro tuyo, es imposible tratar de contenerme, imposible hacerlo si te tengo a vos toda hermosa, salvaje y agresivamente desnuda cogiéndome como si fuera el fin del mundo, chocas contra mí con tanta pasión que me descontrola. Me soltas el pecho y reclinadote un poco para atrás te apoyas sobre mis piernas, ahí veo mi pija entra y sale de tu concha, toda brillante, hinchada, marcándose cada uno de los vasos que la recorre y alimentan, siento la presión de los labios de tu concha aprisionándola, acariciándola con cada movimiento. Vvolves a como estabas antes, pero ahora me agarras de los hombros, sintiendo la fuerza de tus dedos en mi carne, te empezas a enloquecer, moviéndote más y más fuerte, haciéndome estremecer, tu respiración se empieza a entrecortar como si fueras un animal galopando y la pija se entierra cada vez dentro tuyo, te mueves más rápido, gimiendo ante cada impacto de mi pija con el interior de tu concha, la cual esta empapada, mojándola cada vez más, mi cuerpo no aguanta más y empieza a explotar dentro tuyo, al sentir esa presión lanzas un grito y te moves más fuerte como si me quisieras enterrar en tu cama a golpes, voy sintiendo como mi leche erupciona dentro de tu concha, acariciándote a medida que fluye por tu interior, mezclándose con la humedad de tu concha, deslizándose a través de mi pija y vos gritando y convulsionándote de placer, para terminar toda agitada y sudorosa sobre mi ahogando tu ultimo gemido mordiendo mi hombro y yo abrazándote para que no se te escape el corazón y para que vos no te escapes de mi lado.